jueves, 24 de agosto de 2017

EL GENERAL ROBERT E. LEE


Lo de derribar estatuas, no es deporte nacional exclusivo de la izquierda progre de "estepais". En los EEUU, están haciendo morder el polvo de la revancha histórica a estatuas de confederados como la del general ROBERT EDWARD LEE, 152 años después de terminada la mal llamada guerra civil norteamericana, reabriendo viejas heridas en apariencia bien cerradas. LEE, es un personaje tan controvertido como pueda serlo ABRHAM LINCOLN, y tantos como existen en la ciencia histórica. ¿Era el comandante general de las fuerzas confederadas racista y por lo tanto defensor de la esclavitud? Existen testimonios documentados que así lo dan a entender, y así mismo, se pueden encontrar documentos que contradicen dicha cuestión. El racismo, ni mucho menos era propiedad única de los estados del sur, ni la esclavitud fue la causa del conflicto. Por lo que, si se derriba la estatua de LEE, se debería también demoler la de LINCOLN por ser racista convencido, las de padres fundadores como WASHINGTON o JEFFERSON por esclavistas, (éste ultimo con la propensión de forzar a sus esclavas a complacerle sexualmente), y por no haber hecho nada en su actividad política por la liberación de los esclavos, al igual que todos los que les sucedieron en la presidencia durante mas de cien años, no hicieron nada por mejorar la vida de los negros. La del general SHERMAN, que vestía el uniforme azul de la unión, o sea el de “los buenos”, pero al que muchos historiadores señalan como el mayor criminal de guerra en aquel conflicto; y tampoco deben olvidarse de derribar las estatuas dedicadas a los BUFFALO SOLDIERS, porque durante las guerras indias, y algunas más, no fueron todos unos “angelitos negros" como cantaba el gran ANTONIO MACHIN, los habría buenos como “el soldado ejemplar” de la película del maestro JOHN FORD, y los hubo malos malísimos. Al igual que en “Dixieland” había blancos a favor de mantener la esclavitud, y los había en contra, porque tan sureño es el KU KUS KLAN como los valores que representa todo un caballero sureño como ATTICUS FINCH, pero unos y otros fueron a pelear en defensa de su soberanía frente al expansionismo industrial yankee. Para muchos, los estados confederados y su bandera - los "johnny rebs", granjeros, ganaderos, peones para cualquier brega, "la basura blanca", "la carne de molino", varios de ellos con sangre india corriendo por sus venas, la autentica mayoría representativa del sur y no los ricos terratenientes con un ejercito de esclavos a su absolutista servicio, que nos muestran en las películas- simbolizan el primer foco de resistencia en la historia contra el imperialismo yankee. Tendrían mucho trabajo en el derribo de estatuas, tanto que terminarían por derribarse a si mismos como nación. Viendo la estupidez que nos rodea, con este sentimiento de culpa por ser de raza caucásica y tener que estar pidiendo perdón todo el tiempo, síntoma inequívoco de autoracismo impuesto; con todas estas revisiones “histéricas” y sus leyes de “memoria”, planteadas desde un maniqueísmo infantil e irreal, pero con un inequívoco trasfondo perverso y una doble moral que clama al cielo de los justos, me entran unas ganas irrefrenables de alistarme voluntario al ejercito confederado - como ya hicieran un buen puñado de nuestros antepasados carlistas - para ir a luchar contra los malditos yankees.