lunes, 20 de junio de 2016

JERRY LEE LEWIS OCHENTA ANIVERSARIO. TRADICIÓN Y REVOLUCIÓN.




Dicen, que la primera canción que interpretó JERRY LEE LEWIS al piano siendo un niño, fue “Noche de paz” a ritmo de boogie. ¡Yeah! Las mejores revoluciones posibles, son hijas legítimas - o bastardas que más da al fin y al cabo todas hijas de DIOS - de la tradición que nos trasmiten nuestros antepasados. El lugar natural de la tradición, es la comunidad.
LEWIS, PRESLEY, CASH, PERKINS, ETC, recibieron el legado de sus mayores en el seno de las comunidades blancas y pobres, del sur de los EEUU. En los años 30 y 40, los primeros outsiders, JIMMIE RODGERS, HANK WILLIAMS, bordearon las fronteras morales que imponen con todo su peso las comunidades blancas del sur. LEWIS, PRESLEY, y compañía, directamente las traspasaron. Toda una generación de HUCKLEBERRYS FINNS soñando una vida nueva, pero sin huir hacia el norte, ni romper los solidos lazos que les ligaba a la tradición. Fueron ellos, los llamados a conseguir ampliar los estrechos márgenes morales de la vida en comunidad, sin que por ello la tradición se resintiera, y perdiese su trascendencia vital. Si no tienes un sitio donde volver, la noche es irremediablemente larga y oscura. No hará mucho, que BILLY JOE ARMSTRONG, solista de GREEN DAY, Y NORAH JONES, grabaron íntegramente, canción a canción, el delicioso álbum que los EVERLY BROTHERS registraran en 1958, “Songs our Daddy Taught Us”, “Canciones que nuestro Padre nos enseñó”. Por muchas generaciones que les precedan, gracias a DIOS, existen artistas que establecen la conexión con la tradición de manera muy natural, apenas explicándoles nada. Estos, suelen ser los más talentosos, además de los más revolucionarios.

¿Los historiadores, están seguros de que este asunto tan rompedor de la “performance”, surge de las corrientes vanguardistas de principios del siglo xx?
¿Están seguros, de que la autoría no debemos atribuírsela a la incendiaria espontaneidad del “asesino” sobre el escenario?

Contemplar a “The killer” en acción, es algo así como ser un testigo mudo y de excepción, que asiste a una pelea entre la furia incontestable de YAVÉ, y la flamígera cólera de BELCEBÚ, en la que ambos contendientes mantienen un pulso de consecuencias apocalípticas para la humanidad. Sin embargo, los fuegos de artificio, necesarios e inherentes al circo del RNR, no deben ensombrecer al enorme artista que hoy cumple 80 años. ¿Es un gran pianista? No estoy seguro, aunque lo aporrea de forma sublime. Tampoco, es la gran voz del RNR. No obstante, afirmo con rotundidad que sí es el mejor estilista del RNR; y muy probablemente, LEWIS, a sus ochenta años, sea el ultimo de los grandes estilistas de la historia de la música popular. ¿Qué significa exactamente ser un estilista? Es cuando a un cantante, que a priori nada es suyo, todo le pertenece. Así de sencillo, y de complicado. JERRY LEE LEWIS, mostró al mundo el lado más salvaje e incontrolable del RNR. También GENE VINCENT lo hizo. Pero lo que en VINCENT significaría el fracaso rotundo de la autodestrucción, en LEWIS, se confirma el rutilante éxito del inadaptado. Que no me vengan con esos cuentos modernos para niños tan desarraigados de la tradición; un verdadero rebelde, un autentico salvaje, no es más que un gran inadaptado, porque si no es así, la rebeldía queda reducida a una histérica y burda performance vacía de sentido real, a una pose estética plena de impostura. “El Asesino”, ha sobrevivido contra todo pronostico a las convenciones sociales, al dictado de las modas, a los juicios morales de la comunidad, a la muerte de seres queridos, y lo más importante, a los crímenes contra si mismo. El Altísimo, en su infinita sabiduría, es buen sabedor de que tras los escarceos con el diablo, el pecador se renueva, convirtiéndose en un ser mucho más piadoso y comprensivo hacia lo humano; los caminos de DIOS son inescrutables, es algo que conocen bien los seguidores de la tradición...
¡DIOS me asista, empiezo a parecerme a JIMMY SWAGGART, primo de JERRY y pionero del tele-evangelismo!

Ni mucho menos, hablo en términos de reinserción, o asimilación social. Pienso, que la grandeza de su triunfo reside en haber sido aceptado tal y como es, y no sólo por la comunidad del sur que le vio nacer, o la comunidad inglesa, desde donde estallaría el escandalo a nivel mundial, pues la obra musical de JERRY LEE LEWIS, la tradición que representa, el buen hacer revolucionario de él, y toda una generación irrepetible, ya constituye un patrimonio cultural universal. La generación de pioneros del RNR, no venían a trasformar el mundo - ¡Por DIOS solo eran jóvenes músicos rebosantes de debilidades humanas! - pero si alteraron los cursos del “mainstream” cultural de una sociedad, la estadounidense, que apenas consiente desafíos, y lo hicieron, sin arrancar las raíces de cuajo de aquella tradición que les alumbró. Es una enseñanza, a través de la música, muy valiosa, de la que muy pocos toman nota.

Dentro de cinco años, se cumplirá el ochenta aniversario de JOHN LENNON, y a la prensa especializada nacional, no le va a caber una paja por sus doctas posaderas. Es bien seguro, que casi ningún crítico nos cuente lo que dicen por ahí. Puede, que ésta anécdota sólo sea una leyenda convertida en tradición - esa misma, que tanto desprecian algunos - a base de contarla una y otra vez; pero parece ser que en los años setenta, tras concluir un concierto de JERRY, del cual LENNON fue testigo de excepción, entre bastidores, el ex beatle se acercó “al Asesino”, y literalmente, le besó las botas.
Olvidáros de los cronistas, y difundid la historia, la tradición lo merece.

¡GRACIAS JERRY, DIOS TE BENDIGA!

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